CHAU MISTERIX,
de Mauricio Kartun
ACTO I
Un
mediodía de sábado a fines de la década del ´50. Veredas de aquel barrio. Un
par de casas de una sola planta. Un diseño sutil, donde los colores se
superponen, desdibujando, como en las historietas. Como en la memoria.
Entra
por el lateral, Rúben. Diez años delgados y feúchos. Pantalones cortos,
todavía, y un pesado portafolios escolar. Cubre su cabeza el casco rojo de
Misterix, que sólo deja ver su cara de ratoncito con lentes. En el cinturón, la
pila atómica.
Sentada en el umbral, aburrida, la
Titi. Las piernas flaquitas. Medias tres cuartos, trenzas, y esa ortodoncia que
la hacía sesear...
TITI: Rubén...
RUBEN: Eras vos...
TITI: No vino la de piano...
RUBEN: Ah...
TITI: Es carnaval viste... ¿Vas a
jugar al agua?
RUBEN: Soy delicado de los bronquios.
TITI: Ah... ¿Ya comiste?
RUBEN: Vengo de la particular...
TITI: ¿Vas a la Kika o a la señorita
Mabel?
RUBEN: A la Kika...
TITI: Esa pone muchos
insuficientes...
RUBEN: Hoy me puso...
TITI: Yo al baile del club voy de
holandesita con trenzas.
RUBEN: Yo este año ya estoy grande
para disfrazarme. Mamá quería de gaitero asturiano, pero yo que no y que no. A
lo mejor me ponen largos...
TITI: El hermano de la Betty que
tiene once para doce va de disfraz... De “Dominó” va...
RUBEN: Todos los años va de
“Dominó”...
TITI: El anteaño fue de Sugus con
propaganda.
RUBEN: Si, pero este año no puede
porque el padre es de la subcomisión de fiestas... tiene que ir de disfraz bien
pituco. Para el concurso.
TITI: Y si tu papá también es...
RUBEN: Pero él es protesorero... está
ahí para sanear las finanzas.
TITI: Ah... ¿Y qué vendría a ser...?
RUBEN: Echarlo al secretario Benfatto
que es cabeza fresca y se juega la plata a las carreras.
TITI: Me voy a estudiar el solfeo...
RUBEN: Yo me voy a comer...
TITI: Chau...
RUBEN: Chau... (Sale Titi. Desde un
coche altoparlante una voz engolada y grandilocuente.)
VOZ: El Club 3 de Febrero invita a
sus asociados y amigos a sus ocho bailes de carnaval 1958. Alegría, cotillón,
sorpresas, y las más selectas grabaciones de hoy y de siempre. Hoy sábado 25 y
mañana domingo 26, gran concurso de máscaras infantiles... ¡Copas, trofeos y
premios sorpresas! (Rubén apunta al coche y dispara su pila atómica. Un
eléctrico zumbido que termina en chistido de silencio.) ¡No lo olvide:
sábado 25 y domingo 26, en el club 3 de Febrero, con el auspicio de florería La
Diosma y panadería El Cañón! ¡Ambiente familiar...!
(Rubén saca de entre sus ropas una
granada imaginaria, le quita la argolla y la arroja hacia el blanco. Recibe,
cuerpo a tierra, la onda expansiva. El auto se aleja. Rubén se sienta en el
umbral. Se escupe un dedo con el que limpia sus rodillas. Su actitud va
cambiando, a la vez que las luces hacen lo propio. Más erguido. Ya es
Misterix.)
MISTERIX: Debemos tener cuidado
Cónsul Riley, me temo que ese baile es una nueva trampa que nos tiende “La
particular” y sus secuaces. No veo la hora de salir de esta maldita isla
desierta, poblada de enemigos. Maldigo la hora en que se nos ocurrió aterrizar
aquí. Si al menos pudiéramos reparar las averías del avión y pedir refuerzos a
Scotland Yard... ¿Qué opina usted Dra. Fedora Burke? (Aparece la Titi, a
quién Rubén imagina Fedora.)
DRA. BURKE: El tren de aterrizaje
está destrozado y ya no queda combustible... Tal vez, si construyéramos una
balsa...
MISTERIX: ¿Cónsul Riley...?
RILEY: (Aparece Chiche Parra, otro
amigo de Rubén. Hace picar con habilidad una pelota de básquet. Contando los
piques.)... treinta y seis... treinta y siete... treinta y ocho... sería
demasiado riesgo... cuarenta... cuarentaiuno... aún por la noche...
cuarentaicuatro... cuarentaicinco... la playa está vigilada y en esta maldita
isla no hay noches sin luna llena... cuarentinueve... cincuenta.
MISTERIX: ¡Malditas lunas llenas...!
DRA. BURKE: Podríamos intentarlo.
Sólo hay que cruzar la playa. Nadaríamos hasta pasar la rompiente y de allí
remaríamos hasta las rayitas de la corriente cálida de Brasil, que se
diferencia de las aguas circundantes por su color, temperatura y salinidad, y
que tuerce su curso hacia el este al chocar con la corriente Austral...
RILEY: Mi “Piné” y mi estado atlético
me lo permitirían... siete... ocho... tal vez también a ustedes... doce...
trece... pero ¿qué haría la bella Doris Day...?
DORIS DAY: (Aparece. Es en la realidad Miriam, el
amor secreto de Rubén.) Podría correr si Misterix me lo pide... quizá remar si fuera
necesario... pero jamás aprendería a nadar...
MISTERIX: Nadaré hasta la balsa
contigo entre mis brazos...
DORIS DAY: Sería una carga para ti.
Nos alcanzaría fácilmente el hijo del escribano Améndola, que ya corre en
“Cadetes” y la semana pasada le sacó la copa interclub al deportivo en 200
metros libres, que cuando se la entregaron no hacía más que mirarme...
MISTERIX: Lo recuerdo perfectamente.
A ese traidor lo tengo aquí. Quisiera tenerlo frente a frente para bajarle
todos los dientes con mi pila atómica a ese purapinta.
DRA. BURKE: Doris Day tiene razón...
nunca podríamos huir...
RILEY: ¿Qué haremos entonces...?
¡Será difícil ganarles en su propia cancha...! diecinueve... veinte...
MISTERIX: Confíen en mí. La justicia
triunfará y derrotaremos a “La Particular”, gorda de mierda que no sabe más que
poner insuficiente con rojo...
DORIS DAY: ¡Ayyy Misterix cómo te
necesitamos… ven… ven… vayamos a algún lugar solitario a hacernos cositas!
MISTERIX: Después... en la terraza...
ahora me tengo que ir a comer... ya deben estar sirviendo. Quédense tranquilos
amigos, mientras yo esté aquí, nadie...
TITI: (Apareciendo) Rubén...
MISTERIX: ¡¿Eh...?! (Desaparecen
Doris Day y Cónsul Riley)
TITI: ¿Todavía no entraste?
RUBEN: Me voy a comer... (Se
queda)
TITI: Tengo un vidrio de sifón para
ver eclipse...
RUBEN: Yo una vez vi...
TITI: Únicamente cuando hay luna
llena puede haber eclipse...
RUBEN: Malditas lunas llenas...
TITI: ¿Eh?
RUBEN: Que este eclipse es de sol...
TITI: Hay setenta cada dieciocho años
y once meses... (Alargándole el trozo de vidrio.) ¿Querés ver...?
RUBEN: Ya debe estar la comida
servida…
TITI: Tiene que ser sifón verde…
sifón blanco no sirve… te quedás ciego.
RUBEN: Yo si quiero no me hace nada…
(Mira hacia el sol hasta cerrar los ojos deslumbrado)
TITI: Viste cómo arde…
RUBEN: Veo estrellitas…
TITI: Si querés, para el eclipse te
lo presto un rato… (Se lo da) Antes tenía otro pero lo regalé…
RUBEN: ¿A quién…?
TITI: A nadie…
RUBEN: Yo sé…
TITI: Mentira…
RUBEN: A que sí…
TITI: A que no…
RUBEN: Al Chiche Parra se lo diste…
TITI: ¡Dele pedir… dele pedir…! Al
final me aburrí y se lo di.
RUBEN: Vos se lo diste porque querés
que te hable…
TITI: Ves como vos, como decís una
cosa decís la otra… Para que sepas, a mí ya me habló un chico de mi colegio que
pasa a sexto, y le dije que sí.
RUBEN: Se lo voy a decir al Chiche…
TITI: Mejor… decíselo. ¡¿A mí qué?!
CHICHE: (Aparece. Un bolsito de
aquellos con la marca impresa de una línea aérea, y la infaltable pelota.)
¡Pelopincho y Cachirula!
TITI: (Por lo bajo a Rubén) Si
se lo decís, corto gancho…
RUBEN: (A Chiche, por la pelota.)
Es una número cinco esa…
CHICHE: ¡Qué número cinco ni número
cinco! ¿No ves que es la de básquet? (A Titi) ¡Este no sabe nada de
nada!
RUBEN: No la había visto bien…
CHICHE: Qué vas a ver, si encima que
sos chicato, no sabés jugar…
RUBEN: Si que sé… no puedo jugar
porque soy delicado de los bronquios… pero yo si quiero sé… mejor que vos sé.
CHICHE: ¿Oia… y este…? ¡Qué hacés
“Yosiquiero”?
TITI: El Chiche se entrena todos los
días, para que sepas… en el partido contra el social hizo ocho dobles…
CHICHE: Nueve…
TITI: Nueve hizo…
RUBEN: ¿Y tu novio del colegio
cuántos goles hizo?
TITI: ¡Yo no tengo ningún novio,
sabés!
CHICHE: ¿Qué goles…? ¿Qué goles…?
¡Dobles, pajarón…! (A Titi) ¡Este se cree que al básquet se juega con
los pies…!
RUBEN: Me equivoqué…
CHICHE: ¡Con los pies juega al
básquet! ¡Hace goles en el arco…! ¡Al básquet con los pies!
RUBEN: Me voy a comer… (Camina hacia
la puerta de su casa, toma el portafolio y se sienta en el umbral.)
CHICHE: Andá pollerita, que tu mamá
se enoja…
TITI: (A Chiche) No sabe nada
ese… No te vayas a olvidar del eclipse ¿eh? Mirá que hay nada más que setenta
cada dieciocho años y once meses. Hay que ponerse bien el vidrio porque sino…
(Titi y Chiche quedan detenidos. Rubén, nuevamente transformado en Misterix, se
levanta de un salto disparando la pila atómica.) *
MISTERIX: ¡Quieto Cónsul Riley!
¡Lejos las manos de las armas! ¡Lejos las manos de las armas! ¡Usted también
doctora Fedora Burke! ¡De rodillas los dos! (Ambos se arrodillan) ¡Allí
no…! ¡Sobre las piedritas! ¡¿Con que trampas a mí, verdad?!
RILEY: Usted está equivocado
Misterix…
DRA. BURKE: Nosotros no quisimos…
MISTERIX: ¡Silencio! ¡Creyeron poder
engañarme… pero no… yo conozco muy bien al verdadero Cónsul Riley y a la
doctora Fedora Burke! Sus disfraces no me engañan, malditos. Desde el primer
momento descubrí que eran unos viles impostores al servicio de “La Particular”.
RILEY: ¡Perdón…!
DRA. BURKE: ¡Perdón…!
MISTERIX: ¡Nada! ¡Sufra! ¡Calentitos
los panchos! (Hace avanzar lentamente el haz de luz hacia Riley.)
¡Incéndiate reptil…!
RILEY: ¡No… no!
MISTERIX: ¡Ahora a ti, perra
traidora!
DRA. BURKE: ¡Por favor Misterix haré
lo que usted me pida…!
MISTERIX: No necesito nada de ti…
¡Boluda de miércoles! (Fedora se retuerce, Riley se arroja sobre Misterix,
este lo detiene con un golpe y simula sacar de entre sus ropas un cuchillo que arroja a Riley.) ¡Que te
destroce las entrañas mi daga empapada de ácido, sal y pimienta…! (A Fedora)
¡Y para ti bastarda, tengo algo mejor! ¡Te marcaré la M de Misterix en la
frente, con una gillete oxidada que tengo en el portafolio…!
DRA. BURKE: ¡Por favor Misterix…! Por
favor… si me perdona le juro que voy a… voy a… (Entra Miriam. Congelan. Titi
continúa con naturalidad la frase empezada.)
TITI: … voy a ver si me dejan ir a la
terraza de mi tía Mecha, que está en el quinto piso y desde ahí se va a ver lo
más bien… a lo mejor podés venir vos también…
MIRIAM: (Pasando frente a Rubén) Chauuuu…
(A Chiche) ¿Fuiste a básquet…?
CHICHE: Si, pero no hubo porque
éramos tres… hicimos gimnasia nomás.
TITI: ¡Con este calor…! Se hubieran
metido a la pileta…
MIRIAM: La natación no sirve para el
básquet, nena… te saca músculo blando…
CHICHE: Músculo blando no sirve…
músculo duro sí…
RUBEN: Cuando vinieron los
“Globertroter”, uno nadaba muy bien…
CHICHE: ¿Y vos cómo sabés…?
RUBEN: Por la radio lo dijo.
CHICHE: ¿Ah, si…? ¿Y hablaba en
argentino? Porque que yo sepa en argentino no hablan…
RUBEN: Se lo decía a Borocotó y
después Borocotó lo contaba…
CHICHE: Pero al final, ¿quién lo
dijo? ¿el negro o Borocotó…?
RUBEN: ¡¿Vos no entendés lo que
quiere decir Borocotó?! ¿Sos sordo, vos? Además yo si quiero nado y juego al
básquet…
TITI: (A Chiche) Me parece que
volvió “Yosiquiero”.
MIRIAM: ¿Y eso qué es?
TITI: Una cosa nuestra…
CHICHE: “Yosiquieros” por aquí,
“Yosiquieros” por allá, un montón de “Yosiquieros” invadieron la ciudad.
RUBEN: A mí que me importa… yo si
quie… (Se detiene.) Me voy a comer… (Se queda como siempre.)
CHICHE: (Haciendo picar la pelota
con velocidad.) Un, dos, tres, cuatro, cinco, seis…
MIRIAM: ¡Qué rápido!
CHICHE: Quinientas sin parar hice la
otra vez…
TITI: ¡Qué bárbaro!
CHICHE: “El tren se para, la gente se
alborota para ver al “Tre` Febrero” como juega la pelota” ¡Quinientos sin
parar… y en la vereda, que te puede picar con efecto!
RUBEN: Yo si quiero hago mil…
CHICHE: ¡Acabala con “Yosiquiero”!
¡Hacé las mil, a ver! (Le arroja la pelota.)
RUBEN: Ahora no quiero, porque no
hago más básquet… lucha grecorromana hago ahora… me enseña el capitan Jack…
CHICHE: ¡Uyyy qué miedo…! (Le saca
la pelota.) ¡Dame para acá…!
TITI: ¿Vos sabés lo que son
mil seguidas? Ni el Pichi el de “Defensores” puede…
RUBEN: (Para sí.)Yo si.
MIRIAM: Me voy a comprar el pan.
CHICHE: Si vas para “La Ideal” te
acompaño…
TITI: En “La Ideal” se acabó. Queda
nada más que galleta y pan casero.
MIRIAM: ¿Y en “El Cañón”?
TITI: Ahí si… Figaza y flautitas.
MIRIAM: Voy para “El Cañón”…
CHICE: En la lucha grecorromana están
prohibidas las trompadas, pero con una toma, si uno quiere le puede partir el
cuello a alguien.
TITI: Apurate que te van a cerrar…
MIRIAM: Todavía ni son las doce…
RUBEN: (Haciendo ejercicios torpes,
que él supone de lucha grecorromana)… ocho horas por día me estoy entrenando…
TITI: Como las doce y media deben
ser…
MIRIAM: Si todavía no sonó el pito de
la fábrica de corcho…
TITI: A lo mejor están de huelga…
RUBEN: Cuando se vota no hay huelga…
y ahora se vota…
TITI: ¿Vos qué sabés?
RUBEN: En el preámbulo de la
Constitución dice.
CHICHE: Este siempre sabe todo…
RUBEN: Si doy bien el examen de
“Tomas”, el mes que viene voy a luchar al Comunicaciones por el campeonato…
CHICHE: ¡Oia…! ¡Lucha con examen…!
¡No sabía que había! ¿Te prepara la particular…?
RUBEN: ¡Vos que sabés si nunca
luchaste! Un montón de exámenes hay. Yo doy libre y me recibo… (Intenta hacer
la vertical y cae estrepitosamente. Sus lentes caen al suelo, uno de los
vidrios se rompe.)
MIRIAM: ¿Te hiciste mal…?
RUBEN: No… si lo hice a propósito. No
me hice nada porque se caer…
TITI: “Yosiquiero” quedó tuerto…
RUBEN: Mejor tener anteojos que tener
los dientes de fierro…
MIRIAM: Chau…
TITI: Chau.
CHICHE: Chau…
MIRIAM: (A Chiche) No te
olvides lo de la tarde, ¿eh?
CHICHE: No… no…
TITI: ¿A la tarde no ibas a venir a
ver el eclipse…?
MIRIAM: Lo vamos a ver desde mi casa
con un vidrio de sifón verde que me regaló el Chiche…tiene que ser verde,
porque sino, dice él que te quedas ciego… Chau. (Sale. Titi trata de
hacerse la desentendida, se agita. Da dos o tres saltos de rayuela y sin
transición se mete en su casa con un portazo.).
CHICHE: ¡Es más loca esta que no se
qué! Viste los dientes de fierro que tiene… me quedo mil veces con los
anteojos… total si vos querés te los sacás y listo ¿no?
RUBEN: Yo si quiero me los saco…
CHICHE: ¿Pero los fierritos cómo se
los saca…? ¿Eh? Decime… ni con una llave inglesa se los saca…
RUBEN: La tienen que llevar a un
taller mecánico…
CHICHE: Dentadura marca Chevrolé le
vamos a decir… ¿Le decimos…?
RUBEN: Marca Chevrolé “belair”
CHICHE: ¡Chau Chevrolé belair…! ¿Te
imaginás…? ¡Hoy se lo digo a los del club! ¿Y a la otra cómo le ponemos…?
RUBEN: ¿A quién…?
CHICHE: A Miriam…
RUBEN: No sé… no… a ella nada…
CHICHE: Dale… ¡si esa también es
una…!
RUBEN: Si, pero mejor no…
CHICHE: ¿Por…? Dale que le decimos…
¿Cómo le podemos decir?
RUBEN: Por ahí se enoja…
CHICHE: Y a nosotros que nos importa,
si es una varonera esa…
RUBEN: ¿Varonera es…?
CHICHE: ¡Ahí está…! “La Enfermita de
la tisi” le podemos poner, porque anda siempre jugando al doctor… Chau
“enfermita de la tisi”.
RUBEN: ¿Varonera es…?
CHICHE: ¡Uffff!
RUBEN: ¿Por…?
CHICHE: Porque es… parece que le
gusta…
RUBEN: ¿Qué…?
CHICHE: ¿Qué, qué…? Le gusta… se
deja… ¿No entendés…? ¡Se deja!
RUBEN: Ah…si…
CHICHE: ¿Vos sabés no…? ¿Estás
avivado…?
RUBEN: Si… lo que pasa es que no
había escuchado bien…
CHICHE: Bueno… por nada se deja.
RUBEN: Ah…
CHICHE: ¿Pero avivado avivado,
estás…?
RUBEN: ¿De lo de meterla y eso…?
CHICHE: Si.
RUBEN: Mi primo Lalo tiene un libro,
que me lo mostró y todo…
CHICHE: Los libros no hablan de esas
cosas…
RUBEN: Este si… todo te dice…
CHICHE: ¿Tiene fotos?
RUBEN: Si.
CHICHE: ¿Chanchas?
RUBEN: Y… bastante. De medicina era.
Hay una lámina del cuerpo humano, como la del colegio pero con todo lo de
abajo, y ahí dice…
CHICHE: ¿De meterla…?
RUBEN: Todo lo dice… pero más del
coito en la “fagina”.
CHICHE: Ah… de eso también, una vez
me dijeron…
RUBEN: Mi primo una vez la metió… ¿La
Miriam se la deja meter?
CHICHE: Y… no sé… ¿Y a tu primo ya le
salta?
RUBEN: Si, pero poco.
CHICHE: Entonces no alcanza. Si no
juntas dos cucharadas, la mujer no queda “premiada”… con más de dos si.
RUBEN: ¿Y la Miriam con vos se dejó…?
CHICHE: Conmigo no, pero a mí me dijeron.
RUBEN: ¿Quién, te dijo?
CHICHE: Uno que vos no conoces.
RUBEN: Pero, ¿quién…?
CHICHE: Uno del barrio donde ella
vivía antes.
RUBEN: ¿Y vos cómo sabés dónde vivía?
CHICHE: Si sé, sé… una vez fui y uno
me dijo…
RUBEN: Son mentiras.
CHICHE: ¡Te juego!
RUBEN: ¿Dónde era… a ver?
CHICHE: Por allá por… Ballester.
RUBEN: Si se la metieron es puta.
CHICHE: A mi me dijeron…
RUBEN: Sin la telita, puta para
siempre es…
CHICHE: Yo no sé… me lo dijeron… de
meterla no me dijeron… por ahí si, por ahí no…
RUBEN: ¿Y jugaba al doctor sin
bombacha?
CHICHE: A mi me dijeron…
RUBEN: A lo mejor son mentiras.
CHICHE: En una de esas le dieron
geniol con cocacola y no se pudo aguantar las ganas. “Fiebre interina” les da…
si no se la meten se muere rabiosa.
RUBEN: ¿Y eso quién te dijo?
CHICHE: ¿No sabés? ¡Todo el mundo lo
sabe…! A la bufetera del club, dicen que una vez le dieron, y de ganas se
arrancaba la ropa.
RUBEN: Y ese que te dijo de la
Miriam, ¿sabía?
CHICHE: ¿Lo qué?
RUBEN: Lo de la cocacola y eso…
CHICHE: Todo el mundo sabe.
RUBEN: Deben ser mentiras.
CHICHE: ¿Lo qué?
RUBEN: Lo de la Miriam.
CHICHE: A mi me lo dijeron…
RUBEN: En ese barrio todos mentirosos
son…
CHICHE: ¿Y vos qué sabés?
RUBEN: Yo sé. En Ballester más
mentirosos que no sé qué son… Como dicen una cosa dicen otra.
CHICHE: No sé…
RUBEN: Llevan y traen, esos…
CHICHE: Si es varonera, es varonera.
RUBEN: ¡Todos mentirosos!
CHICHE: Por mí que sea lo que quiera,
total a mí no me gusta.
RUBEN: ¿La Miriam?
CHICHE: Claro… ¿a vos te gusta?
RUBEN: A mí no…
CHICHE: ¿Entonces…?
MADRE: (Voz en off.)
¡Rubén...! ¿Estás ahí?
RUBEN: ¡Si…!
MADRE: (Off.) ¿No pensás comer
hoy?
RUBEN: ¡Voy! (A Chiche.) Me
voy a comer…
CHICHE: Chau...
RUBEN: ¿Vas a ver el eclipse con la
Miriam?
CHICHE: Voy a ver si tengo ganas…
según…
RUBEN: Ah…
CHICHE: (Saliendo) Chau…
RUBEN: Chau… (Se está yendo y gira
violento) ¡Malditas lunas llenas!
DRA. BURKE: ¡Tenemos que hacer algo
Misterix! No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras nuestros enemigos
nos preparan la emboscada fatal…
RILEY: Si no descubrimos sus planes a
tiempo, esta isla será nuestra tumba…
DRA. BURKE: Si pudiéramos llegar
ocultos hasta la aldea de “La Particular”…
RILEY: Imposible ocultarse, bajo la
luz de este sol tropical.
DRA. BURKE: ¡Malditos soles
tropicales!
MISTERIX: No se preocupe, Doctora
Fedora Burke… yo tengo la solución. Llegaremos a esa aldea.
RILEY: ¿Pero cómo?
MISTERIX: Durante el eclpise habrá
oscuridad total.
DRA. BURKE: Cómo no se nos ocurrió
antes… ¡Hay sólo setenta cada dieciocho años y once meses…!
RILEY: Se olvida usted de un detalle
importante, Misterix. Quienes vean el eclipse quedarán ciegos.
MISTERIX: Mi traje atómico me
protege. Yo si quiero miro el sol y sólo veo estrellitas.
DRA. BURKE: Pero, ¿y nosotros…? Sólo
hay dos vidrios de sifón verde…
RILEY: Blanco no sirve porque lo deja
ciego igual.
MISTERIX: Uno de los tres deberá
sacrificarse.
RILEY: Muy bien, lo echaremos a
suertes. Todo sea por la justicia.
DRA. BURKE: El que saque la pajita
más corta.
RILEY: De acuerdo.
MISTERIX: ¿Dónde está Doris Day?
DRA. BURKE: Pidió permiso para ir al
baño porque está descompuesta.
RILEY: Esa varonera se la pasa
devolviendo.
MISTERIX: Me da asco.
DRA. BURKE: Ahí viene. (Entra
Doris Day envuelta en una manta.) ¿Cómo te sientes Doris Day?
DORIS DAY: Me duele la panza y repito
la comida de anoche…
RILEY: (Extendiendo la mano con
tres pajitas.) Señores… que la suerte decida nuestro destino.
MISTERIX: Creo que no hará falta,
Cónsul Riley. Ya he decidido quién quedará ciego.
RILEY: ¡¿Cómo?!
DRA. BURKE: ¿Quién?
MISTERIX: ¡Quítenle la frazada a
Doris Day!
DORIS DAY: ¡No!
RILEY: ¡Explíquese Misterix…!
MISTERIX: ¡Obedezcan si no quieren
conocer la furia de mi cinturón!
DORIS DAY: ¡No! ¡No!
MISTERIX: ¡Sáquensela! (Le quitan la
manta por la fuerza. Debajo de ella aparecen sus ropas desgarradas, de las que
Doris Day sigue tironeando.)
DRA. BURKE: ¡Ohhh!
RILEY: ¿Qué es esto?
MISTERIX: (Apoyando su mano en la
frente de Doris Day.) ¡Lo que me temía! ¡Esta puerca tiene como cuarenta
grados de fiebre interina!
DRA. BURKE: ¡Inmunda!
RILEY: ¡La muy chancha ha andado por
ahí tomando geniol con cocacola!
DORIS DAY: ¡Si! ¡Si! ¡Es verdad! ¡Me
gusta! ¡Me dejo!
MISTERIX: Ya me lo palpitaba.
Mientras nosotros planeábamos el ataque, esta puta jugaba al doctor sin
bombacha con los enemigos de Ballester.
RILEY:¡Con metida y todo, jugaba!
DORIS DAY: ¡No me dejes morir así,
Misterix! ¡Metémela para salvarme!
MISTERIX: ¡Evitando el manoseo!
DORIS DAY: ¡Aunque sea un poquito!
MISTERIX: ¡Nada! ¡Tu destino será
sufrir y quedar ciega!
DRA. BURKE: ¡Ciega y sin telita!
¡Para vestir santos!
RILEY: ¡Como la bufetera!
DORIS DAY: ¡Soy tuya de cuerpo,
Misterix! ¡Hazme lo que quieras!
MISTERIX: ¡Nada! ¡Fuera! ¡Que te cure
el hijo del escribano Améndola!
DORIS DAY: ¡Una vez y nada más!
¡Media cucharada, aunque sea! ¡Coito en la fagina que me muero rabiosa!
MISTERIX: ¡A la selva! ¡Tal vez un
tigre se apiade de ti como Rómulo y Remo!
DRA. BURKE: ¡Eso! ¡Sólo un tigre
haría contigo esas porquerías!
RILEY: ¡La fiebre interina es
contagiosa, Misterix… y no tenemos vacunas!
DRA. BURKE: Tomen… pónganse las
bolsitas de alcanfor.
RILEY: ¡Que se vaya, antes que sea
demasiado tarde!
LOS TRES: ¡Fuera!
MISTERIX: (Insatisfecho con el
final.) ¡No! (Doris Day vuelve.)
LOS TRES: ¡Fuera… porquería de mierda
que te parió!
(Doris Day sale. Regresa Miriam.)
MIRIAM: ¡Ya volví!
MISTERIX: (La Dra. Burke y Riley
congelan y luego, desaparecen) ¡Eh…!
MIRIAM: ¡Flautitas conseguí! (Rubén
no sabe qué hacer. Comienza a revisar el portafolio simulando un meticuloso
interés.) ¿La Titi se fue? (Rubén asiente.) ¿Y el Chiche?
RUBEN: También…
MIRIAM: ¿Qué buscás?
RUBEN: Nada… una cosa…
MIRIAM: ¿Ya comiste?
RUBEN: Ahora iba…
MIRIAM: ¿Querés pan calentito?
RUBEN: No como entre comidas porque
me vuelvo inapetente.
MIRIAM: Si comés la cáscara no pasa
nada… lo que te llena es la miga…
RUBEN: Igual.
MIRIAM: (Parte un pan y le alcanza
un pedazo.) ¡Dale…! (Rubén lo agarra.) ¡Ojo, que está que pela! (Miriam
roe la cáscara.) Así comen los ratones… Yo tengo dientes de ratón, ¿viste? (Acerca
su cara a la de él.) ¿Viste?
RUBEN: Si…
MIRIAM: ¿Y vos…?
RUBEN: No.
MIRIAM: ¿A ver?
RUBEN: No… yo no…
MIRIAM: (Tomándole le cara.) Abrí.
(Miriam pasa su dedo a través del lente roto y le toca el párpado.) En tu casa
se van a enojar…
RUBEN: ¿Por?
MIRIAM: Por el vidrio.
RUBEN: Yo si quiero no uso más… por
la vista cansada es… lo más bien veo…
MIRIAM: De leer con poca luz se te
cansa la vista… o de escribir con letra chiquita. (Intenta tomar un cuaderno
del portafolio.) A ver la letra… No ves lo que te digo: Letra chiquita te
cansa la vista.
RUBEN: Ese es el borrador... El
número uno es más prolijo.
MIRIAM: ¡Oia!, hacés la “pe” igualito
que yo... eso quiere decir que somos parecidos. (Miriam parte otro pan y le
da la mitad a Rubén.) Toma otro... Cuando hago los deberes tomando la
leche, siempre se me llena el cuaderno de migas. Una vez se me cayó el “Toddy”
y tuve que arrancar la hoja. ¿A vos te dejan arrancar la hoja?
RUBEN: En la particular si, en el
colegio no.
MIRIAM: De mi grado, nadie va a la
particular en verano.
RUBEN: Yo, para ir adelantando.
MIRIAM: ¿Ves...? Ahí se te cansa la
vista. De no descansarla en verano. ¿Te da muchos deberes?
RUBEN: A veces si... pero igual yo
siempre leo...
MIRIAM: ¿Libros?
RUBEN: Libros también, pero más el
“Rayo Rojo” y el “Misterix”.
MIRIAM: A mí no me gusta leer.
Novelitas de amor si, pero libros no.
RUBEN: A mí de amor no.
MIRIAM: A mí si... si son lindas, una
por día te leo. En el otro barrio donde yo vivía hay una casa que te cambia dos
por una. Cuando vaya a visitar a mi abuela me voy a traer un montón. Si querés
te cambio alguna para vos.
RUBEN: Yo una vez fui.
MIRIAM: ¿A cambiar?
RUBEN: No... al barrio tuyo... por la
estación, pasé.
MIRIAM: ¿Y vos que sabés dónde era?
RUBEN: Yo sé.
MIRIAM: ¿Dónde queda, a ver?
RUBEN: En Ballester.
MIRIAM: Ves que no sabés nada... si
yo no vivía en Ballester.
RUBEN: Sí que vivías.
MIRIAM: ¡Nene... ¿vas a saber más que
yo?! Yo vivía en Tropezón, atrás del cementerio.
RUBEN: Antes de ahí...
MIRIAM: Antes no había nacido, así
que difícil.
RUBEN: Si a mí el Chiche me dijo...
MIRIAM: ¿Y ese qué sabe? Si ese habla
porque tiene boca. Chubut tres, cinco, cuatro, Tropezón... de la vía dos
cuadras antes.
RUBEN: ¿Y entonces por qué el Chiche
me dijo...?
MIRIAM: Él, de ganas de hablar. Como me
anda atrás y yo no le doy corte... para hacerse el interesante, seguro.
RUBEN: Si, pero bien que van a ver el
eclipse...
MIRIAM: Porque él me pidió verlo de
mi terraza. Me hubieras pedido vos, venías vos...
RUBEN: Yo lo veo de la mía que es
mejor.
MIRIAM: Yo digo... (Pausa.)
¿Vas al baile hoy?
RUBEN: Hoy si, domingo no sé.
MIRIAM: Nosotros tenemos mesa
reservada al lado del palco.
RUBEN: De traje nuevo voy...
MIRIAM: ¿Te compraron...?
RUBEN: Si... (Señalando sus
pantalones.) Pero no así... largos.
MIRIAM: ¿De verdad?
RUBEN: Si...dos.
MIRIAM: ¿Dos qué?
RUBEN: Pantalones... se te rompe uno,
tenés el otro.
MIRIAM: ¿Pero largos, largos?
RUBEN: Si, botamanga angosta... de
Braudo.
MIRIAM: ¡Y si recién vas a cumplir
los once!
RUBEN: Igual... yo pedí y me los
compraron.
MIRIAM: De traje es mucho mejor...
viste más... además, de por aquí vienen puros chiquilines con disfraz.
RUBEN: Yo de disfraz no... antes sí,
pero ahora ya no.
MIRIAM: Puro chiquilín bailando la
murga.
RUBEN: Yo bailo piezas.
MIRIAM: ¿Sabés?
RUBEN: Claro... el rock, te lo saco
completo.
MIRIAM: Nunca te vi...
RUBEN: Nunca saco porque ninguna lo
baila bien.
MIRIAM: Yo practicaba con la puerta,
pero en la cena de fin de año, me sacó el hijo de Améndola, y ahí me puse
práctica.
RUBEN: Si, pero agarrado lo baila.
Así cualquiera... rock suelto es más difícil.
MIRIAM: Pero agarrado es más serio...
y él tiene que tener modales porque estudia para cadete del liceo.
RUBEN: A mí me gusta suelto.
MIRIAM: ¿Hoy me sacás?
RUBEN: El Chiche seguro que también
te saca.
MIRIAM: Mejor dale vos... ese se hace
el que sabe y después anda a los pisotones... además, si vos estás con los
largos, es más elegante.
RUBEN: Con botamanga angosta, gris
con pintitas.
MIRIAM: ¡Pero varias veces sacame,
eh...!
RUBEN: ¡Pieza que toquen, yo te saco!
MIRIAM: Tango no... rock y lento
sacame.
RUBEN: Lento también sé... eso hace
rato que sé.
MIRIAM: La verdad es que casi no
tenía ganas de ir, pero ahora me agarran de nuevo... ¡Ojalá que no llueva!
RUBEN: Igual se hace adentro.
MIRIAM: Acordate que en el suelto, no
se agarra más de aquí... (Le pone la mano en la parte posterior de la
cintura.)... ahora se agarra de acá (Su mano sobre las costillas del otro.).
RUBEN: Me da cosquilla.
MIRIAM: ¡Tiene cosquillas! (Rubén
intenta defenderse, y a su vez le hace cosquillas a Miriam.) ¡Ayyyyy! ¡No, no,
no! (Comienza a forcejear. Muy cerca uno del otro. Se tocan. Ríen. Sobre la
boca entreabierta de Rubén, se posan como al descuido los labios de Miriam. Es
un segundo apenas. Miriam se para, mira un pan aplastado.) Este lo pisamos...
lo tiro... (Le da un beso al pan y lo acerca a Rubén para que éste haga lo
propio. Rubén lo besa. Miriam lo arroja lejos.) Chau... No vayas a dormir la
siesta, mirá que te perdés el eclipse...
RUBEN: Yo nunca hago la siesta. (Miriam
comienza a salir.) Si el Chiche quiere tomar Coca Cola, decile que no...
Viene mala ahora... te ataca los intestinos...
MIRIAM: Bueno... chau.
RUBEN: Chau. (Sale Miriam. Rubén sin
transición se transforma en Misterix.) ¡Hay que encontrar a Doris Day! (Entran
Riley y Fedora.)
RILEY: ¡Vaga sola por la selva
plagada de trampas y peligros, esperando que el eclipse la deje ciega!
DRA. BURKE:¡Los ojos de los felinos
la acechan desde sus escondrijos!
MISTERIX: ¡Las aves de rapiña vuelan
en círculo esperando el sangriento banquete!
RILEY: ¡Aúllan los chacales!
DRA. BURKE: ¡Ríen las hienas!
MISTERIX: ¡Yo la salvaré!
RILEY: ¡Es demasiado peligroso!
DRA. BURKE: ¡Esa selva es un
infierno!
MISTERIX: ¡Aún faltan dos horas para
el eclipse! ¡Serán suficientes para dar con ella!
RILEY: ¡Suerte Misterix!
DRA. BURKE: ¡Cuídese mucho!
MISTERIX: ¡Espérenme aquí! ¡Volveré
con ella sana y...!
MADRE: (En off.) ¡Rubén!
¡¿Querés que te vaya a buscar y te traiga de una oreja...?! ¡Entrás ahora mismo
o no comés!
RUBEN: ¡Voy! Me voy a comer.
ACTO II
El sol de la siesta. La terraza de
Rubén. Su mundo. Un mar de ropas tendidas. Prendas, fundas y sábanas que el
viento agita haciéndolas restallar con aquel sonido de látigo. A un lado, sobre
una pared medianera, se airean colchones y almohadas.
MADRE: (En off.) ¡Querés
dejarte de hacerle estúpido! ¡Bajá inmediatamente! ¡Rubén! ¡Que no quiero decir
las cosas dos veces! ¡Bajás ahora mismo y te probás el disfraz para esta noche!
RUBEN: (Gesticulando como si gritara,
pero susurrando.) ¡No se me da la gana!
MADRE: ¡No me hagas hacer mala
sangre, querés! ¡Vení a probarte! ¡Te vas a insolar ahí arriba!
RUBEN: (Como antes.) ¡Mejor!
MADRE: ¿No venís? ¡Peor para vos!
¡Primero los anteojos, después el insuficiente y ahora esto! ¡Pero decime…!
¡¿Me querés matar a mí?! ¡Está bien… ya vas a ver cuando venga tu padre!
(Unos segundos de silencio. Rubén desata su furia. Decidido, toma un viejo y
oxidado cuchillo de cocina.)
RUBEN: Adiós amigos… todo termina
aquí. Misterix se aleja de este mundo que no lo quiere. (Prueba el filo del
cuchillo. Satisfecho lo apoya contra su garganta. Simula degollarse. Luego,
trata de clavárselo en el corazón.) Adiós… (Muere. Unos sollozos van subiendo
de volumen. Se reconoce entre los lamentos la voz de la madre.)
MADRE: (En off.) ¡Viejo!
¡Viejo! ¡Se nos mató Rubencito! ¡¿Por qué?! ¡Pobre Misterix, almita de Dios,
está tirado allá arriba en un charco de sangre impresionante!
PADRE: (En off.) ¡Vos tenés la
culpa! ¡Bruja atorranta! ¡¿Qué le hiciste?! ¡¿Qué le hiciste?!
MADRE: ¡Perdoname por favor! ¡Yo soy
la culpable! ¡Me porté como una chancha!
PADRE: ¡¿Qué le hiciste, porquería?!
MADRE: ¡Le quise hacer probar el disfraz
de gaitero asturiano para el baile de hoy!
PADRE: ¡¿Cómo pudiste hacerle
semejante chanchada?!
MADRE: ¡Es cierto! ¡Lo sé! ¡Él quería
el braudito con dos pantalones largos y yo se lo negué! ¡Viviré arrepentida el
resto de mis días!
PADRE: ¡Fuera! ¡Fuera de esta casa
para siempre!
DRA. BURKE: (Aparece mágicamente.)
¡Misterix! ¡Misterix! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué ahora que ya hacías muchos más
piques seguidos que Pichi el de “Defensores”?!
RILEY: (Apareciendo también de la
nada.) ¡No sólo se nos va un amigo sino una verdadera estrella del básquet
y la lucha grecorromana! (Aparece Doris Day vestida de monja.)
DRA. BURKE: ¡Doris Day!
RILEY:
¡Miriam!
DORIS DAY:
¡Si…! ¡Era el
único camino! ¡Mi vida sin él, no tiene sentido! ¡Fui y me hice monja del
Colegio Sagrado Corazón!
DRA. BURKE: ¡Todas… todas estábamos
enamoradas de él! Sólo a él le hubiera entregado yo mi telita… pero él no
gustaba de mí por la ortodoncia!
DORIS DAY: Rezaré por ti, mañana,
tarde y noche… (Riley intenta consolarla poniendo una mano sobre su hombro.)
¡No me toque! (Riley respetuoso retira la mano. Se escuchan en off otros
gritos. Son de la Srta. Kika, su maestra particular.)
KIKA: (Off.) ¡Déjenme pasar,
por favor! ¡Quiero verlo por última vez!
DORIS DAY: ¡No! ¡Él era mío… sólo
mío! ¡No quiero que entre la gorda!
RILEY: Quédese tranquila, hermanita,
la particular no entrará en este sagrado recinto…
KIKA: (Off.) Déjenme, por
favor… ¡Misterix está muerto! Misterix: sujeto… está: cópula… muerto: predicado
nominal… ¡Está muerto: predicado total!
DRA. BURKE: ¡Ella también tiene la
culpa! ¡Ahora que sufra!
RILEY: ¡Le puso un insuficiente con
rojo en lenguaje!
KIKA: (Off.) ¡Es cierto… por
mí… por mí se atravesó el corazón!
DORIS DAY:
¡Váyase!
KIKA: (Off.)
¡Quiero verlo!
DRA. BURKE: ¡Nunca!
KIKA: (Off.) ¡Me mato… les
juro que me mato!
RILEY: ¡Es lo mejor que puede hacer! (Un
balazo.)
DRA. BURKE: Estás vengado amigo mío.
RILEY: Así aprenderá esa bastarda a
no dar tantos deberes.
DORIS DAY: Mi amor… mi único y
verdadero amor… nunca podré olvidar tus besos de hoy al mediodía… seguirán
quemando en mis labios como una brasa. Adiós… me voy a curar la lepra a los
negros del África… me interno en la selva virgen para no volver… siempre te
recordaré… adiós… adiós… (Doris Day se aleja entre las sábanas. Los otros
dos permanecen en actitud de recogimiento.)
MISTERIX: (Antes que Doris Day
desaparezca, se incorpora.) Doris Day… no sufras cucuruchito… Misterix ha
resucitado…
DORIS DAY: Misterix…
MISTERIX: Doris Day…
DORIS DAY: Vuelves a mí desde la
muerte y vuelve contigo la felicidad a mi alma. Se inunda mi pecho de ardiente
gozo…
MISTERIX: Viste tú cómo volví…
RILEY: ¡Es tanto su poder que ni él
mismo puede matarse!
DRA. BURKE: ¡Un festejito!
RILEY: ¡Hip, hip, hip…!
TODOS: ¡¡Raaaaa…!!
DORIS DAY: ¡Lo celebraremos con una
fiesta tan grandiosa como nunca nadie pudo imaginarse! ¡Haremos un asalto aquí
en el campamento, tan pituco como los que se arman los domingos a la tardecita
en mi palacete de Hollywood!
RILEY: ¡Bailaremos cha cha cha
alrededor de la fogata, ¿verdad, Doctora?!
DRA. BURKE: Tú y yo nos encargaremos
de la hoguera. ¿Puedo tutearte verdad?
RILEY: ¿Por qué no? Muñequita de
porcelana…
MISTERIX: ¡Pondremos papas al
rescoldo!
RILEY: ¡La leña!
DRA. BURKE: Hachemos aquel quebracho
blanco, variedad angiosperma, rica en tanino, forestación típica de nuestro
bosque chaqueño…
DORIS DAY: (Sacándose los hábitos,
debajo de los cuales aparece un largo, y vaporoso vestido blanco.) ¡Estoy como
en las nubes… me siento volar! Ven Misterix, bailemos… bailemos hasta el
amanecer… (Misterix la toma de las manos y bailan.)
DORIS DAY: ¡Qué bien lo haces
Misterix… me llevas con tanta seguridad!
MISTERIX: El día de
la primavera, bailando con Esther Williams gané el concurso en el baile
de las chicas del Normal.
RILEY: ¡Todos le hacían rueda y
aplaudían!
DRA. BURKE: ¡La morochita de pelo
corto de “segundo quinta”, quedó loca con él!
RILEY: ¡Los del “Industrial”, de
envidia, lo querían agarrar a la salida!
MISTERIX: ¡Pero yo los puse a raya
con mi sevillana!
DRA. BURKE: ¡Es un auténtico
rocanrolero!
RILEY: ¡Un verdadero “Semilla de
maldad”!
(Música de boleros. Misterix y Doris
comienzan a bailar abrazados.)
DORIS DAY: Soy una estrella
internacional, Misterix. Tengo fama, dinero, un Cadillac, joyas, pieles… métete
conmigo para siempre y te haré feliz.
MISTERIX: No Miriam de mi alma… eso
no puede ser. Yo soy un rebelde, hoy estoy aquí… mañana no sé… mi hogar es el
planisferio entero…
DORIS DAY: Puedo darte dichas y
placeres.
MISTERIX: Confórmate con disfrutar
este momento… luego Dios dirá.
DORIS DAY: Eres cruel. Mira a tu
alrededor... mira… todo el club “3 de Febrero” ha dejado de bailar para
mirarnos… nos envidian… quisieran imitarnos y no pueden. Mi voz maravillosa y
mis dotes para los bailes modernos… Tu vista de lince, tu postura erecta, y la
elegancia de tu traje de Braudo.
MISTERIX: No insistas… sólo puedo
darte una noche de amor.
DORIS DAY: Otros darían su vida por
mí… el hijo del escribano Améndola, sin ir más lejos, se inmoló por la patria
en la guerra de Corea, sólo porque yo no le di el sí. ¡La vida te sonríe…
tienes un futuro por delante! ¡Mira… mira la comisión directiva como te observa
con admiración… seguro que están pensando en ti para algún puesto importante en
la subcomisión de fiestas!
MISTERIX: No quiero honores… yo soy
un bohemio sin ataduras, igual que mi tío Chiquito, que antes escribía versos,
y ahora no sé.
DORIS DAY: Está bien… acepto… ya que
no quieres que sea tu esposa para siempre, seré al menos tu mujer por un
momento… mira… allí junto a la espesura esta el galpón de la bochas… a la
medianoche en punto te estaré esperando en el banco de la cancha dos.
MISTERIX: Acordado… (Misterix mira al
cielo.)
DRA. BURKE: ¡Está comenzando el
eclipse! ¡Los vidrios de sifón verde… rápido!
RILEY: ¡El eclipse! ¡Debo irme!
MISTERIX: ¡No Cónsul Chiche…
quédese…!
RILEY: No puedo…
MISTERIX: ¡La selva es muy peligrosa…
no debe alejarse del campamento!
RILEY: ¡No se preocupe Misterix…! ¡Estaré
bien acompañado! (Sale corriendo.)
MISTERIX: ¡Doris Day!
DRA. BURKE: ¡No es por meterme,
Misterix, pero se fueron los dos para el mismo lado!
MISTERIX: ¡Debemos encontrarlos ya
mismo… hay millones de peligros ocultos en la maleza!
DRA. BURKE: ¡Demasiado tarde!
¡Escondámonos o quedaremos cieguitos!
MISTERIX: ¡No puedo dejarla sola!
¡Una fiera sanguinaria la acecha desde las sombras!
DRA. BURKE: ¡En cualquier momento
saltará sobre ella!
MISTERIX: ¡Lo destrozaré! (Comienza a
dar un amenazador rodeo alrededor de la almohada.)
DRA. BURKE: ¡Es un tigre de bengala
cebado… cuídese de sus zarpas Misterix… es un felino descomunal!
MISTERIX: Sólo se alimenta de carne
humana… lo adivino en sus ojos.
DRA. BURKE: ¡Cuidado, va a saltar!
MISTERIX: (Lucha con la almohada
sobre el colchón.) ¡Toma este golpe de conejo! ¡Faaaccc! ¡Y ahora esta
“Doble comboy”! (La Dra. Burke desaparece.) ¡Muere maldita alimaña! (Se
monta sobre ella y comienza a ahorcarla.) ¡No seré bocado de tus fauces! (La
abraza con furia.) ¡Ninguna fiera soporta mi “abrazo del oso”! (Se
refriega contra ella.) ¡Te destrozaré pedazo por pedazo! (Aumentan sus
movimientos sobre la almohada.) ¡Serás entre mis manos sólo restos
sanguinolientos pudriéndose en la pradera! (Es claro ya, que se está
masturbando.) ¡Te voy a hacer trizas, bestia devoradora! ¡Voy a destrozarte
las entrañas!... ¡Gina Lollobrigida…! (Aparece Gina representada por Titi.
Tiene ahora, grandes caderas y un escote generoso.)
GINA: ¡Hazme tu esclava!
RUBEN: Dame un besititito en el
cogote Ginita… apretame fuerte…
GINA: Que lindo eres Rubencito…
Misterix de mi vida, cómo me gustas.
RUBEN: Así, cachorrita pícara…
mordeme la orejita…
GINA: Todo lo que tengo es para ti:
mi piel, mi carne, mi nalga y mi seno.
RUBEN: Ahora haceme lo de “Pan, amor
y fantasía”: yo te desabrocho despacito, vos te tapas, pero al final se salen.
GINA: Me pongo loquita como una
gallina… hiervo por dentro de tanto amor carnal… adoro el pirulín… Marilyn
Monroe no exageró nadita…
MARILYN: (Apareciendo. Es Miriam,
pero el cuerpo es tan voluminoso como lo imagina Rubén.) Yo entiendo de
esto… es uno de los pirulines mas largos del mundo… ¡y hay que ver que ancho!
RUBEN: Con las dos juntitas… (A
Gina.) Primero vos besos y cosquillitas soplándome por todos lados… después
cambian…
MARILYN: Como usted ordene mi amo.
GINA: ¡Jubileo! Las dos contigo… en
el establo de la película… retocemos sobre la paja…
RILEY: ¡Le saldrán pelos en las
manos, Misterix!
RUBEN: (Intenta disimular y
comienza a pegarle a la almohada.) ¡Es un tigre cebado, Riley! ¡No se
quiere morir, basura de porquería! ¡Toma, toma!
RILEY: Así que sacudiendo el frasco,
Misterix… atorrantito.
GINA: ¡Mátale, Misterix!
MARILYN: ¡Destrózale!
RUBEN: ¡Nos quería devorar, pero lo
estoy demoliendo con mis músculos de acero!
RILEY: Se le secará el cerebro
Misterix… no hay salvación.
RUBEN: ¡Yo peleaba con un tigre!
¡Fac!
GINA: ¡Eso!
MARILYN: ¡Así!
RILEY: ¡Esta comprobado Misterix… la
puñeta te deja tonto. Una vez, en la morgue le abrieron la cabeza a uno… no
sabían de que habia muerto… casi no salía sangre al cortar, no le quedaba… los
huesos del craneo se le partían como galletitas de maicena… adentro: dos
pasitas de uva… ¡Era el cerebro! Enseguida le miraron las manos… había pelos.
RUBEN: ¡Mentira!
RILEY: ¡Me lo contó el cuñadito de la
Élida, Misterix y es enfermero!
MARILYN: ¡Son grupos, Misterix!
GINA: ¡Lo dice de envidia!
RUBEN: ¡Toma falso traidor! (Golpea a
la almohada y Riley recibe los golpes y cae despatarrado.)
GINA: (Durante la pelea.)
¡Revienta esa sucia rata!
MARILYN: ¡Ahora, mátalo!
RUBEN: ¡Inmundo, mentiroso… te
detrozaré!
RILEY: (Agónico.) Pa…je…ro… (Un
pisotón en la cara. Un crujido. Un alarido. Luego el silencio.)
MARILYN: ¡Pudiste con él… eres
nuestro amo!
GINA: ¡Nuestro amor!
MISTERIX: Tengo mil novias… Nélida
Roca… Grace de Mónaco… Marilyn…
VIRTUS: (Es Titi. Viste sólo un
corpiño armado y unas bombachas de tiro alto.) Yo, Misterix… tu preferida.
MISTERIX: La chica de la propaganda
de corpiños Virtus.
VIRTUS: Aquí estoy, sí… ¡En paños
menores!
MISTERIX: Vení chanchita, vení con
Misterix.
VIRTUS: ¡Toda tuya! Si quieres verme
desnuda, sácame el soutien sin ballenas modelo brasileño, y la trusa estrech
artículo 529.
MISTERIX: Soy rico… soy lindo… soy
rubio… soy inglés…
MARILYN: (Va transformándose en Tía
Pichi. Con alfileres que saca de su boca, va pinzando su pollera. En la
operación levanta el ruedo exhibiendo sus piernas.) ¡Ja! ¡Chupate esa
mandarina, Delia! ¡Tu hijo quiere ser inglés!
VIRTUS: (Transformándose en Delia:
la madre de Rubén.) ¡El disfraz de asturianito te lo probás aunque no
quieras!
RUBEN: Yo… Misterix… soy inglés.
MADRE: ¡Gaitero asturiano, aunque le
de vergüenza! ¡Y que sea la última vez que espía a su madre cuando se cambia!
¡Los aires del mocoso!
TIA PICHI: Flor de Avivato tu hijo,
Delia. Mucho callejear… mucho callejear, pero basta que llegue la modista, para
que se instale en el living a leer de ojito. (Por la pollera.) Me parece
que me chinga el ruedo.
MADRE: ¡Mirá para otro lado querés!
¡Que Tía Pichi se está probando!
TIA PICHI: Pobre angelito de Dios… él
la mira a su Tía Pichi porque la quiere ¿no? Tía Pichi también lo quiere a su
Rubencito… (Le da un beso apasionado. La madre desaparece.) A ver… otro
besito en la trompita de su tía que vino a la cita en la terraza. ¿Ves cómo
entre parientes se puede, tontito?... ves que eran todas mentiras…
RUBEN: Siempre te amé, Tía Pichi.
TIA PICHI: Yo también. Me casé con
Tío Luisito por despecho, pero al que quiero es a vos: salgamos de farra que la
vida es corta… comeremos unos choricitos al plato en “El Faro”, y después
chapa-chapa en el “Nino” hasta que salga el sol.
RUBEN: Pieza que toquen yo te saco…
TIA PICHI: (Comienza a desdibujarse
hasta convertirse en Miriam.) Tango, no… Rock y lento, sacame.
RUBEN: Acordate que en el suelto ya
no se agarra más de aquí... ahora se agarra de acá. (Lo hace. Miriam se
retuerce.) ¡Tiene cosquillas! (Se cosquillean, vuelven a besarse como
antes.) Está empezando el eclipse… cerrá los ojos.
MIRIAM: Estoy muy metida con vos,
Rubencito, con nadie me dejé nunca, con el único que me voy a dejar es con vos
porque sos mi marido…
RUBEN: Es la luna… aparece en el
medio del día y se pone adelante del sol… y no se puede hacer nada… aunque uno
quiera la luz, viene la sombra y la tapa… y no se puede hacer nada… nada…
solamente ver cómo la sombra lo tapa todo, y cerrar los ojos… y saber que la
luz ya no está… ni siquiera mirarla irse se puede, porque te quedás ciego… no
podés hacer nada, solamente cerrar los ojos. Cerrar los ojos que es como quedarte
ciego pero de mentira. Veo estrellitas…
ACTO III
La
cancha de básquet del club. Esa misma
noche durante el baile. Cables con bombitas de colores que cruzan la escena de
lado a lado. Botellas de cerveza y gaseosas de la época. Serpentinas que cuelgan
hasta el piso cubierto de papel picado.
Pitos,
cornetas, risas, matracas y gritos.
Titi
sentada en el borde de una silla, con un paquete de papel picado en una mano, y
en la otra una Bidú con pajita, en la que sopla haciendo globitos. Disfraz de holandesa:
zapatos de taco alto, y dos trencitas rígidas. Recoge de entre el papel picado
una tapita de gaseosa que pone junto a otras. Va hasta una mesa vecina y revisa
disimuladamente unas chapitas que hay sobre ella.
TITI: (Para Sí. Arrojando al piso
las demás.) Coca ya tengo muchas. Pomona tengo dos solas. (Entra
Miriam.)
MIRIAM: Te queda lindo.
TITI: De holandesita con trenzas.
MIRIAM: Lo más lindo es la pechera.
TITI: Toda de canutillos... vale por
el trabajo...
MIRIAM: ¿Está fría la Bidú?
TITI: Natural.
MIRIAM: No... natural no... después
te da más sed...
TITI: Está toda la bebida caliente,
por el corte de luz... no se hizo el hielo.
MIRIAM: En casa también se
cortó... ¡Una rabia! Tuvimos que cenar con sanguches.
TITI: ¿Por?
MIRIAM: Para no lavar los
platos. Sin luz no anda la bomba y nos quedamos sin agua.
TITI: En verano se corta dos por tres.
MIRIAM: El miércoles también se
cortó... tuvieron que suspender el partido contra Las Heras...
TITI: Mientras no se corte ahora...
MIRIAM: Más lindo... todo con
velas...
TITI: Si no hay luz van a dejar el
concurso de disfraz para mañana... mejor que no se corte.
MIRIAM: Para las parejas es
lindo.
TITI: Para las parejas, sí.
MIRIAM: Ahora sí quiero un poquito...
TITI: Al Rubén, ¿no lo viste?
MIRIAM: A él no… los padres estaban
hace un rato en el bufé.
TITI: La madre lo anda buscando como
loca. Si lo ves decile.
MIRIAM: Si lo veo... ¿Te vas?
TITI: Voy al damas.
MIRIAM: El del vestuario está todo
enchastrado... se te va a empapar el ruedo.
TITI: Los “Tola”, y el más chico de
Burato estuvieron toda la tarde jugando al agua con globos... seguro después ni
secaron... como no había nadie de la comisión.
MIRIAM: ¿A vos te mojaron?
TITI: A mí no porque no puedo, pero a
la Batti Palacios la hicieron sopa.
MIRIAM: ¿No podés?
TITI: ¿Qué?
MIRIAM: Mojarte.
TITI: No…
MIRIAM: ¿Por?
TITI: Una cosa...
MIRIAM: ¿Pero qué?
TITI: ¡Una cosa! ¡Una cosa que tengo!
MIRIAM: ¿Te prendó una vacuna?
TITI: No… si… Quiero decir… me dio un
trastorno.
MIRIAM: ¿Está con pus?
TITI: No… no es pus… es… es… ¡¿Todo
te tengo que decir a vos?! (Va a salir, cuando entra Chiche.)
CHICHE: Buegasenasnogasoches… ¿no lo
viegaseron al Rubegasén?
MIRIAM: Ah… ¿qué tal?
CHICHE: Al Rubén, digo… ¿No lo vieron?
TITI: Por acá…
CHICHE: Lo andan buscando…
TITI: Si, a mí también me
preguntaron...
CHICHE: Andará juntando chapitas… Es
un chiquilín ese…
TITI: Seguro…
CHICHE: Ando con unas ganas de bailar
hoy…
TITI: Todavía hay poca gente en la
pista, más tarde sí... van a hacer “Carnaval Carioca”.
CHICHE: ¿Qué…?
TITI: Carnaval Carioca van a...
CHICHE: Viste cómo se está nublando.
Va a haber tormenta... seguro que fue el eclipse...
TITI: Digo que van a hacer
Carnaval...
CHICHE: (Por el saco.)
Mientras no se moje...
TITI: Carnaval Carioca... con
cotillón...
CHICHE: (Por el traje.) Este
me lo puse hoy.
MIRIAM: Es lindo.
TITI: ¡Precioso es! ¡Como se usa
ahora!... y yo estoy de “holandesita con trenzas”.
CHICHE: Ahhh… yo creía que era de
“Rosa China”.
MIRIAM: ¡“China” no, “Mosqueta”,
estúpido!
CHICHE: ¡Oyyy! ¡Cómo pegás! ¡Cierto,
“Mosqueta” era!
TITI: ¿Y qué vendría a ser?
CHICHE: Disfraz de “Rosa Mosqueta”…
(Se acerca a Miriam y le completa la frase en el oído. Ella ríe.)
TITI: ¿De qué se ríen?
MIRIAM: Una cosa…
CHICHE: Nada… vos no sabés… ¡Quedás
linda de “Rosa Mosqueta”!
MIRIAM: ¡Ay, che, qué cargoso con la
pobre chica… terminala!
TITI: ¿Qué tiene el disfraz mío?
(Chiche le arrebata la botella de Bidú, tira la pajita y se la toma de un
trago.)
TITI: ¡Chee!
CHICHE: ¡Ahhh! ¡Tenía una sed!
TITI: ¡Me comprás otra!
CHICHE: Sí, mañana.
MIRIAM: ¡Qué manera de tomar!
CHICHE: Yo cuando tomo, tomo. (Va
hasta una mesa vecina y se sirve en un vaso un resto de cerveza.) ¡Rica la
cervecita con Bilz!
TITI: ¡Qué loco!
CHICHE: Yo cuando tomo, tomo. ¡Rica,
rica!
TITI: ¡Es uno, éste!
MIRIAM: ¡Así se le va a hinchar la
panza después!
TITI: Mirá la madre, cómo lo busca al
Rubén por todos lados…
CHICHE: Debe estar jugando al
vigiladrón. Mejor, porque si viene se pone a hinchar.
TITI: (A Chiche.) Se perdió
“Yosiquiero”. (Ríe sola.)
MIRIAM: Le debe dar vergüenza que lo
vean. Hoy venía con los largos.
CHICHE: ¿Quién dijo?
MIRIAM: Él, decía.
CHICHE: ¿Con ese físico?
TITI: Para su edad está bien.
CHICHE: Más de media cabeza le llevo.
TITI: Es que vos estás muy
desarrollado. El deporte a la larga se nota… (Por un lateral aparece Rubén.
Disfraz de gaitero asturiano. Al ver a sus amigos, trata de escabullirse.)
MIRIAM: ¡Miralo!
CHICHE: ¡Oia! ¿Y éste…?
TITI: Al final la madre lo mandó de
disfraz.
CHICHE: ¡Mascarita… mascarita… qué
bien te quedan los largos!
MIRIAM: Él, a mí me había dicho.
TITI: Sí… pero el padre es
protesorero. Queda mal que no participe del concurso.
CHICHE: Le queda lindo el traje
nuevo… lástima que le encogieron los pantalones… Lindo disfraz… ¿Qué es… de
Rosa China?
TITI: Mosqueta.
CHICHE: Y vos qué sabés…
TITI: No sé… ustedes decían…
CHICHE: Vos estás de Rosa Mosqueta… y
éste, está de… ¿De qué vendría a ser?
RUBEN: Gaitero asturiano.
CHICHE: ¿Gaitero qué?
RUBEN: Asturiano… de España.
TITI: ¿Adónde te habías metido?
RUBEN: Por ahí…
MIRIAM: Te andaban buscando…
RUBEN: Si… ya fui…
CHICHE: Dale che, tocá la gaita, a
ver…
RUBEN: No… ahora no…
CHICHE: Dale metele…
RUBEN: ¡No!
CHICHE: Entonces bailá un poco con la
Rosa Mosqueta, dale… (Lo empuja junto a Titi. Recoge el papel picado del suelo
y lo arroja al aire.) ¡Vivan los novios!
TITI: ¡Del suelo no estúpido, que
tiene tierra y te entra en los ojos!
CHICHE: (Manoteándole la gaita.) A
ver che… ¡Dale, dame! (Se la quita y sopla en ella. Lo hará varias veces
durante esta escena produciendo un chirrido insoportable.)
TITI: Como loca andaba tu madre…
RUBEN: (Intentando recuperar el
instrumento.) ¡Te dije que ya la vi!
TITI: Por todos lados te buscó…
RUBEN: Estaba en el galpón de las
bochas.
TITI: ¿Haciendo?
CHICHE: Pis…
TITI: Serás guarango, ¿eh?
RUBEN: Había dos viejos que jugaban ,
Don Carlos y otro.
MIRIAM: Hay que tener ganas, a esta
hora.
TITI: Ahí encerrados, con el calor
que hace… (Chiche tomaína serpentina y se la pasa a Rubén por el cuello.)
CHICHE: ¡Chiche, Moro, Zainoo!
TITI: ¡Qué pesado está el tiempo!
CHICHE: ¿No me regalás otra Bidú?
TITI: ¡Quietas las manos! ¿tenés mala
bebida vos? (Chiche saca de su bolsillo un pito y lo sopla con fuerza en el
oído de Titi.) ¡La acabás, ¿eh?!
RUBEN: Iban ganando lisas, pero al
final ganaron rayadas.
MIRIAM: ¿De qué?
RUBEN: De las bochas.
MIRIAM: Ah…
TITI: ¿Ni en carnaval dejan las
bochas esos viejos?
RUBEN: De viejo ya no se baila, así
que que…
CHICHE: Dale, dale che… bailá con
Rosa Mosqueta.
TITI: ¡Acabala de una vez… ¿no ves
que estamos charlando?!
CHICHE: ¡Ah, cierto que éste no sabe!
RUBEN: ¡Sí que sé!
TITI: Acá hay varios, que farra,
farra, pero no tienen una conversación…
RUBEN: Sí que sé…
CHICHE: ¿Bailamos esta…?
MIRIAM: Sí, pero en la pista no
porque te hacen bromas.
CHICHE: Ah… yo quería en la pista.
MIRIAM: En la pista no.
CHICHE: Entonces me la llevo a la
Rosa Mosqueta…
TITI: ¿Y quién te dijo que yo te
salgo a vos?
CHICHE: Si no querés que te saque…
TITI: ¡Pero ésta sola, ¿eh?! (Salen.)
RUBEN: Este paso me lo sé.
MIRIAM: Es fácil…
RUBEN: No me lo puse porque no estaba
listo…
MIRIAM: ¿Qué?
RUBEN: El traje… todavía no estaba…
MIRIAM: A veces tardan…
RUBEN: Le canté las cuarenta al
sastre…
MIRIAM: Para el concurso estás bien…
RUBEN: Éste me lo puse porque quise
yo… pero mañana me terminan el otro.
MIRIAM: Mañana es domingo.
RUBEN: Este sastre trabaja igual…
está necesitado porque tiene una hija enferma…
MIRIAM: Como… ¿no era de Braudo?
RUBEN: No… al final no.
MIRIAM: Hasta hoy a la tarde, era.
RUBEN: No… de un sastre es… pero
mañana está seguro.
MIRIAM: La modista mía no trabaja los
domingos.
RUBEN: El sastre es distinto… Ahora,
de disfraz no bailo, pero mañana sí… vengo con el traje y entonces sí.
MIRIAM: De disfraz te cargan todos.
RUBEN: Mañana va a estar listo,
seguro, seguro.
MIRIAM: Yo mañana no vengo.
RUBEN: ¿Al club?
MIRIAM: A la tarde me voy a Santos
Lugares a lo de la abuela, así que a la noche seguro vamos al “Defensores” con Tía
Nelly. (Rubén comienza a dibujar algo sobre la mesa, mojando su dedo en un
charquito de gaseosa.)
MIRIAM: Mirá qué enchastre estás
haciendo…
RUBEN: Yo mañana sí, vengo…
MIRIAM: En el “Defensores” hay
orquesta.
RUBEN: Para bailar son mejor los
discos.
MIRIAM: Yo igual bailar con vos no
iba a poder…
RUBEN: ¿Por? (Interrumpen Titi y
Chiche que llegan.)
TITI: Éste no sabe más que hacerse el
payaso.
RUBEN: ¿Por? (Se interrumpe la
música. Se escucha por el altoparlante la misma voz de la primera escena.)
VOZ: Hola… hola… hola…
TITI: ¡Los premios! ¡Vas a ver que
son los premios!
VOZ: Estimado público, asociados,
amigos… procederemos a continuación a la entrega de los premios…
TITI: No te dije… ¡Los premios!
VOZ: … correspondientes al concurso
de máscaras infantiles del día de la fecha… Rogamos a los concursantes
acercarse a esta cabina, donde los ganadores se harán acreedores de los bellos
trofeos donados por nuestro estimado consorcio , el señor Arriategui,
propietario de panaderías “El Cañón”…
RUBEN: ¿Por qué, bailar no…?
CHICHE: ¿Qué pasa?
MIRIAM: Nada…
TITI: (A Rubén.) ¡Vamos!
¡Dale, si al final siempre lo ganás vos!
VOZ: Atención… atención que aquí van…
¡Primer premio disfraz femenino!
TITI: Toco madera…
VOZ: ¡La niña… Noemí Perdomo!
TITI: ¡Me tocó! ¡Yo sabía que me iba
a tocar!
CHICHE: Ganó la Rosa Mosqueta…
TITI: Ahora vengo… (Sale.)
MIRIAM: ¿Le devolviste el vidrio a
Titi?
CHICHE: Me olvidé… ahora después se
lo doy.
MIRIAM: Acordate lo que te dije…
VOZ: Aquí se acerca ya nuestra
damita… ¿Cuál es tu alegoría?
TITI: Noemí Perdomo… voy a la escuela
número veinte y mi maestra es la señortita…
VOZ: El disfraz… el disfraz de qué
es…
CHICHE: ¡¡Rosa Mosqueta!!
TITI: Holandesita con trenzas.
VOZ: ¡Un aplauso para nuestra
holandesita con trenzas!
CHICHE: Me lo pongo aquí así no me lo
olvido.
RUBEN: Yo al eclipse lo miro sin
vidrio.
CHICHE: Nosotros lo vimos los dos por
el mismo…
RUBEN: No se puede.
CHICHE: Nosotros sí pudimos. (Entra
Titi trayendo una muñeca y una copita plateada.)
CHICHE: ¡A verla!
TITI: Cuidado, eh… (Chiche toma la
copita y trasvasa algo del líquido que tenía en su vaso.) ¡Nooo, dame, dame que
se mancha!
RUBEN: Al final no me dijiste…
VOZ: Y ahora, el turno de los
caballeritos… ¡Primer premio, disfraz masculino…!
MIRIAM: ¿De qué estábamos hablando?
VOZ: … Por cuarto año consecutivo, el
hijo de nuestro querido protesorero…
RUBEN: ¿Por qué, bailar no…?
VOZ: … orgullo del Club 3 de Febrero…
¡El niñito Rubén Petric…!
MIRIAM: Como esta tarde ya me habló
Chiche, y le dije que sí…
TITI: ¡No te dije yo que siempre lo
gana!
CHICHE: ¡Miralo… se puso contento!
VOZ: … A ver por dónde anda nuestro
triunfador…
MIRIAM: Tenés que ir…
TITI: ¿Qué esperás? ¿La carroza? (Lo
arrastra hasta la cabina y ella vuelve.)
VOZ: ¡Aquí se acerca ya! ¡Un aplauso!
TITI: No es porque haya ganado yo,
pero se ve que entienden… Esto es todo canutillo… vale por el trabajo, y lo de
él, pura lentejuela…
CHICHE: (Alargándole el vidrio.)
Tomá, que sino después me olvido…
VOZ: Vamos a bajar el micrófono a su
altura…
TITI: Tenelo… lo que se da no se
pide… para cuando venga el otro eclipse…
VOZ: A ver queridito… ¿de qué es el
disfraz? (Rubén no contesta.)
TITI: ¿Te creés que no va a haber
más? Sí que va a haber… hay uno cada…
CHICHE: Se abatató.
VOZ: …je…je… está bien… no le han
dicho de qué es el disfraz… ¿De español es, nocierto? (Otro pesado
silencio.)
TITI: (Poniéndole el vidrio en el
bolsillo del saco.) Tenelo…
CHICHE: (Saca el vidrio sin mirar y
lo pone sobre la mesa.) Ya no va a haber más… ¡Está mudo!
VOZ: Bueno… parece que al caballerito
le han comido la lengua los ratones… ¿te la comieron? (Titi guarda el
vidrio.) Buen… que va´cer… igualmente aquí tienes tu trofeo… me imagino lo
orgullosos que estarán tus padres… y vos también, ¿nocierto? (Silencio.)
CHICHE: ¡Está duro como una piedra!
¡Me mato de risa!
VOZ: Bueno… no hay nada que hacer
parece… ¡Otro aplauso para nuestro españolito!... no, por ahí no querido, por
aquí… por las escaleras… Está emocionado pobrecito…
CHICHE: ¡Se lo festejamos! ¡Hay
manteada! (Recoge del piso un puñado de papel picado.) ¡A que se lo come
todo!
VOZ: ¡A ver los ganadores…que suban
al palquito! (Titi lo hace. Rubén entra con un oso de peluche y su copita. Va
hacia Chiche y se para frente a él.)
RUBEN: (Le pega un cachetazo.) Guacho
reputo…
CHICHE: ¡Oia! (Lo empuja con la punta
de los dedos, le mete el papel picado en la boca.)
CHICHE: ¡¿Te volviste loco… ¿eh? ¿Te
pusiste loco?! (Lo suelta. Rubén perdió sus anteojos, Chiche, de un pisotón,
los rompe. Un trueno. Le pega en la espalda.)
RUBEN: No… dejame…
TITI: ¡Terminala estúpido! ¡No ves
que es enfermo!
CHICHE: ¡Te agarro, te mato! ¡Cuidate
porque te la juré! (Otro trueno, y llega la lluvia.)
MIRIAM: (A Chiche.) Se largó…
¿entramos?
CHICHE: ¡Cagón!
TITI: ¡Se lo cuento al padre, te
echan del club!
CHICHE: ¡Andate a cagar, dientes de
fierro!
MIRIAM: Me estoy empapando, Chiche…
(Salen. Rubén y Titi bajo la tormenta.)
TITI: ¿Andan, no? (Rubén no
responde. Para sí.) No se me tiene que mojar. Ahora ya estoy empapada. Me
duele la panza. Si se me moja, se corta y después duele más… Me quiero ir a mi
casa. Me siento mal. Ahora no me puedo mojar nunca más… Me quiero ir a casa…
¡Mamá… me duele… me parece que necesito más algodón… ¡Mamá! (Sale.)
RUBEN: Nuestra aventura terminó,
amigos… volvemos a la civilización… He cumplido mi misión… la particular está
vencida y podemos dejar ya esta maldita isla desierta con sus peligrosos
eclipses… Allí veo ya a la veloz lancha torpedera que viene a rescatarnos… la
justicia ha triunfado una vez más… A bordo seremos felices y descansaremos en
el trópico, pescando y cazando… siempre juntos… frente a cualquier peligro… los
cuatro juntos…tú con Titi y ella conmigo… así juntitos… denme un beso todos…
abrácenme que hace frío… no se vayan que yo los voy a proteger siempre… Denme
más besos y quedémonos todos acá acurrucaditos… no se me vayan a ir… no se me
vaya ninguno… solo no… solo no… por si viene de nuevo… por si hay eclipse otra
vez… y otra… y otra… pasan… pero después vuelven… solo no… solo no…
APAGÓN